29 de julio del 2022 | Eduardo Salgado Sánchez
En el 2013, la Asamblea General de la ONU decretó el 30 de julio como Día Mundial contra la Trata de Personas. Fecha en la que los Estados Miembros adoptaron la resolución A/RES/68/192, que señalaba el día como una fecha necesaria para concienciar sobre la situación de las víctimas de trata humana y para promocionar y proteger sus derechos.
De acuerdo al Frente Amplio Feminista de Guerrero, la trata de personas sigue en incremento ante la vulnerabilidad económica por la pobreza extrema en el más del 60 por ciento de la población, siendo la Montaña y la Costa Chica donde, aunque no hay cifras exactas, persiste mencionado delito.
En el marco del Día contra la Trata, el activista Enrique Solano aseguró que, en mencionadas zonas de la entidad, la trata de personas incrementó en un 40 por ciento.Mencionó que las mujeres siguen siendo las más vulnerables, que son sacadas de sus hogares con promesas de empleo y terminan siendo explotadas en redes de prostitución.
Mientras que, en el caso de los varones, son utilizados para explotación laboral, mendicidad, siendo este último donde más se utilizan a niños y adolescentes.
Solano López enfatizó que en Guerrero persiste el tema del Matrimonio Forzado de niñas adolescentes, donde de acuerdo al Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, hay registro de 300 casos, los municipios de Cochoapa el Grande, Metlatónoc, Atlamajalcingo del Monte, Alcozauca, Copanatoyac, Tlapa y Xalpatláhuac.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un total de 40,3 millones de personas sufren formas modernas de esclavitud.
De ellas, 24,9 millones de personas son víctimas de trabajo forzoso (incluyendo la explotación laboral y sexual) y 15,4 millones de personas son víctimas de matrimonio forzoso.
Así, la trata alude a otras formas de explotación, entre ellas, la trata con fines de comisión de actos delictivos desde plantaciones ilegales de marihuana, donde se les obliga a las víctimas a transportar o a formar parte de la cadena del tráfico de estupefacientes, hasta incluso incluso víctimas que están obligadas a cometer hurtos en tiendas para robar ropa o bienes que luego se llevan a otros países. Eso es lo que se conoce como servidumbre forzada.